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Zara Verano 2012: para Cenicientas que aman a Louboutin

Estamos en la lista de invitadas, la calabaza es un reluciente corcel y el Príncipe desea vernos en su baile. Nos atusamos como nunca, nos preparamos para una cita de día o de noche. Necesitamos un zapato que brille y nos haga brillar, que no desaparezca a medianoche y con nuestro salario de Cenicienta, que no nos cueste como unos Louboutin. No sigamos, Cenicienta lo que necesita es unzapato de Zara Verano 2012.

La cita es de día, el Príncipe quiere vernos a plena luz y saber con certeza si somos su Princesa o una mera doncella sin interés para él. Un modelo perfecto para ir arreglada pero informal.
Será una ocasión especial, un cóctel con la familia real en los jardines de palacio pero no queremos ser pretenciosas ni provocar la envidia de sus hermanas por nuestras piernas de infarto y caminar de gacela. Lo mejor es un zapato plano cómodo pero sofisticado como este.
Para jornadas campestres y ese vestido provenzal que tan cándida nos hace parecer nada mejor que unas bailarinas de encaje.
Y si queremos estar a la altura, qué mejor que unas sandalias de tacón ancho pero en rafia, estamos de jornada campera en los jardines de palacio y no queremos parecer fuera de lugar.
Si nos gusta el riesgo y que la Reina sepa desde el principio que tenemos personalidad en la vida y en la moda nada mejor que unas sandalias inspiración años 70 nada cándidas.

Noche real

El block color sigue de moda y demostrar que estamos al tanto nunca está de más si queremos epatar con nuestro modelito.
El evento en el que nos presentaremos en sociedad es una boda ¿qué mejor que lucir encaje en cuerpo, alma y pies? Quizás no tengamos ni que salir corriendo.
¡Preciosos, cómodos y muy chic! ¿Se puede pedir más?
Sólo apto para princesas del asfalto que sepan caminar subidas a lo alto de la cima. Si no es tu caso, mejor olvida este modelo.
Queremos ser gold como Charlize Theron en el anuncio de Dior, que nuestros zapatos brillen y no hagan perder tiempo al Príncipe en nuestra búsqueda y que como en la maravillosa ilustración de Ivy Angélica sean de Zara y no nos cuesten mucho. ¿Por qué no unas sandalias en oro?

Foto | Ivy Angélika